“Lo que embellece al desierto es que en alguna parte esconde un trozo de agua”
Antoine de Saint-Exupery
sábado, 26 de septiembre de 2009
jueves, 24 de septiembre de 2009
Cuerpos dolientes, por Mirta Núñez

¿Cuánto dolor puede soportar un ser humano en un período crítico de su vida?
¿Hasta dónde "el cuerpo aguanta"? ¿Cuándo empieza a gritar ese cuerpo lo que no se pudo gritar en palabras?
De pronto un infarto que estalla, una úlcera que se perfora, un pulmón que no permite fluir el aire, dan cuenta de la acumulación de dolores transitados.
Dolores-no-físicos, sino del alma.
Esos que empezaron en el alma y se pasaron al cuerpo. Se hicieron gráficos en el cuerpo. Hablaron a través de los órganos y sus funciones/disfuncionales se hicieron "para parar la pelota".
Si terminás en terapia intensiva o en un quirófano, cuando salís - si te salvaste - tenés una vida nueva y querés una vida nueva. Sabés que te salvaste para seguir viviendo, pero no igual, sino mejor. Porque no querés volver a la cercanía del túnel sino que querés salir al sol.
¿Qué tendrás que matar dentro tuyo para no morirte vos?
¿Qué tendrás que soltar dentro tuyo para poder andar vos?
¿De quién tendrás que separarte de tu entorno?
¿A quién deberías acercarte más?
¿A quién es indispensable que olvides, entierres, dejes partir?
¿A quién es preciso perdonar?
La vida siempre puede más, suele decir mi amiga Lucy - la estoica -
Y cuando la crisis se supera uno se pregunta cómo pudo soportar tantos años tal vínculo, tal malestar, tal situación que a fuerza de cotidiana se naturaliza aunque sea siniestra.
¿Hay salida? Sí, la hay si se la busca. Generalmente se encuentra por el mismo lugar donde se entró. Conviene buscar por allí.
Mirta Núñez
http://www.mirta-nunez.com.ar
¿Hasta dónde "el cuerpo aguanta"? ¿Cuándo empieza a gritar ese cuerpo lo que no se pudo gritar en palabras?
De pronto un infarto que estalla, una úlcera que se perfora, un pulmón que no permite fluir el aire, dan cuenta de la acumulación de dolores transitados.
Dolores-no-físicos, sino del alma.
Esos que empezaron en el alma y se pasaron al cuerpo. Se hicieron gráficos en el cuerpo. Hablaron a través de los órganos y sus funciones/disfuncionales se hicieron "para parar la pelota".
Si terminás en terapia intensiva o en un quirófano, cuando salís - si te salvaste - tenés una vida nueva y querés una vida nueva. Sabés que te salvaste para seguir viviendo, pero no igual, sino mejor. Porque no querés volver a la cercanía del túnel sino que querés salir al sol.
¿Qué tendrás que matar dentro tuyo para no morirte vos?
¿Qué tendrás que soltar dentro tuyo para poder andar vos?
¿De quién tendrás que separarte de tu entorno?
¿A quién deberías acercarte más?
¿A quién es indispensable que olvides, entierres, dejes partir?
¿A quién es preciso perdonar?
La vida siempre puede más, suele decir mi amiga Lucy - la estoica -
Y cuando la crisis se supera uno se pregunta cómo pudo soportar tantos años tal vínculo, tal malestar, tal situación que a fuerza de cotidiana se naturaliza aunque sea siniestra.
¿Hay salida? Sí, la hay si se la busca. Generalmente se encuentra por el mismo lugar donde se entró. Conviene buscar por allí.
Mirta Núñez
http://www.mirta-nunez.com.ar
domingo, 20 de septiembre de 2009
viernes, 18 de septiembre de 2009
El frente del Liceo 9

La puerta del Liceo 9 ahora: tiene colores que no tenía, pero tiene rejas que antes no necesitábamos. Queda en Conesa y Sucre, a la vuelta de la Estación Belgrano R y después del Nacional Buenos Aires y el Carlos Pellegrini, es uno de los mejores colegios públicos.
Mirándolo bien, tiene un aspecto menos solemne que el de la paqueta Facultad de Derecho de la UBA de la que egresé años después, verdad?
Mirta Núñez, egresada 1975
www.mirta-nunez.com.ar
domingo, 13 de septiembre de 2009
Las cenizas de mi ex, por Mirta Núñez
El sábado se cumplieron seis años de la muerte de mi padre y contándole por mail a una amiga que vive en Estados Unidos, le decía que mi padre había pedido cremación y que para mí una de las cosas más difíciles de afrontar había sido recibir en mis manos la urna con las cenizas "calientes" y "el peso" (que al menos yo, sentí inmenso) que tenía esa urnita tan pequeña.
En mi fantasía las cenizas de un muerto eran algo casi etéreo que no pesaba nada.
Ignoraba también que cuando te entregan las cenizas las misma todavía están calientes.
Fue un impacto muy fuerte el que me causó la situación y ya le dije a mi madre que en lo posible no me haga el mismo pedido para ella, si me toca a mí tener que despedir sus restos algún día.
Aunque ahora ya sé que un cuerpo cremado "pesa" y que la urna bien se podría retirar al día siguiente, cuando ya esté fría. En fin...
Mi amiga me responde - como siempre, con un largo mail - y en una parte me escribe lo siguiente:
"Te he contado algo muy gracioso? En uno de mis viajes a Salt Lake City encontré en una tienda una urna que dice "Ashes of my Ex", (Cenizas de mi Ex) e inmediatamente la compré. Mis amigas quieren una igual pero nunca he vuelto a ver otra igual y en una de las últimas visitas de Raúl se me olvidó y no la guardé. Está en un librero que hay en la cocina y él se sentó justamente enfrente, sin comentarios."
Me tiento de risa de imaginarme la escena.Pobre hombre su ex, ver como adorno una urna con sus imaginarias cenizas. No, si los yankees las piensan todas.
Un asesor de marketing me diría que bien podría ofrecérselas en venta a mis clientas cuando se divorcian.¿Dónde me dijiste, Lupita, que la compraste?
Mirta Núñez
En mi fantasía las cenizas de un muerto eran algo casi etéreo que no pesaba nada.
Ignoraba también que cuando te entregan las cenizas las misma todavía están calientes.
Fue un impacto muy fuerte el que me causó la situación y ya le dije a mi madre que en lo posible no me haga el mismo pedido para ella, si me toca a mí tener que despedir sus restos algún día.
Aunque ahora ya sé que un cuerpo cremado "pesa" y que la urna bien se podría retirar al día siguiente, cuando ya esté fría. En fin...
Mi amiga me responde - como siempre, con un largo mail - y en una parte me escribe lo siguiente:
"Te he contado algo muy gracioso? En uno de mis viajes a Salt Lake City encontré en una tienda una urna que dice "Ashes of my Ex", (Cenizas de mi Ex) e inmediatamente la compré. Mis amigas quieren una igual pero nunca he vuelto a ver otra igual y en una de las últimas visitas de Raúl se me olvidó y no la guardé. Está en un librero que hay en la cocina y él se sentó justamente enfrente, sin comentarios."
Me tiento de risa de imaginarme la escena.Pobre hombre su ex, ver como adorno una urna con sus imaginarias cenizas. No, si los yankees las piensan todas.
Un asesor de marketing me diría que bien podría ofrecérselas en venta a mis clientas cuando se divorcian.¿Dónde me dijiste, Lupita, que la compraste?
Mirta Núñez
martes, 1 de septiembre de 2009
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