martes, 7 de abril de 2009

MADRE HAY UNA SOLA, POR SUERTE, por suerte (Clarisa Ercolano)

www.narcisa.com
por Clarisa Ercolano
Madre hay una sola
(por suerte)

Mamá es maravillosa, pero, cuando me taladra el cerebro por teléfono y yo estoy apenas despierta, agradezco que sea única y, sobre todo, irrepetible.

Son las nueve de la mañana. Si bien me levanté hace dos horas, algo que mi madre sabe mejor que cualquier otra persona en el mundo es que, cuando me despierto, necesito un tiempo de reconexión con el mundo. Eso se traduce en cosas muy simple
s, como tomar café, exprimir naranjas y escuchar la radio mientras leo el diario. Solo después de que me lavé la cara y siento que mis neuronas ya se conectan, puedo empezar a entablar diálogos y a tolerar otro tipo de ruidos, voces o movimientos a mi alrededor.

Mamá toda la vida me dijo que ese carácter de mierda matinal es hereditario, porque, excepto ella, todos en mi familia lo padecían y se lo hacían padecer al resto. Pero parece que no comprende mis genes, e insiste: llama temprano por el celular y empieza a decir sutilmente que, como ayer no hablé mucho con ella porque estuve con mucho trabajo, debería ahora sentarme y escucharla al menos veinte minutos. Y casi sin pausa, como grabador al que se le adelanta la cinta, empieza: que el albañil, que me llegó el resumen de la tarjeta, que sabés nena que me hice la radiografía de columna... no, ni te acordás, ni le preguntás a mamá cómo le fue...

Y yo intento pensar cómo hace para preguntarse y autorresponderse tan rápido; si hubiese sido periodista se habría cagado de hambre. Y cuando intento decirle Mamita hermosa, ¿por qué no me llamás al mediodía y antes de ir a la productora hablamos…?, ella sigue: Claro, siempre te la agarrás conmigo… bien que al resto del mundo le contestás bien… bien que con tus compañeros del canal hablás todo el tiempo (y, sí, mami, me paso medio día con ellos), bien que a los otros les preguntás cómo les va y de mí ni te importa...

Y yo: Mami, estoy dormida todavía...
Y ella: Sí, no te hagás problema, para mí nunca tenés tiempo, ayer te llamé y me atendiste apurada...
Y yo: Mami, eran las once de la noche y estaba cenando muerta de hambre…
Y ella: Claro, porque no comés bien, porque estás siempre nerviosa, pendiente de tu laburo y… con razón vas y venís con ese, ustedes dos no quieren a nadie… y, claro, no te salen todas las cosas como querrías y entonces te la agarrás conmigo…
Y yo, sacando bandera blanca: Bueno, sí, mamá, tenés razón. Y pienso por qué cuernos no la dejé adoptar cuando un día me dijo: Voy a tener otro hijo que me quiera, no como vos... A lo mejor, todo este rosario le habría tocado a mi hermanito…
Y ella: Pero sabés que me hice la radiografía... claro, la salud de tu madre no te importa, yo no te importo, sos tan mala…
Y yo: Bueno, sí, ok, mami, podemos hablar a la noche.
Y ella, que a lo mejor con el mate anda mezclando otros yuyos raros, me dice de repente: Qué notas hiciste esta semana nena, cuándo te veo, cuándo te leo, ya cerraste con la radio...
Y yo: ¿Pero no es que te fastidia que trabaje todo el día…? Te llamo después, mamá, dale.
Y ella: Es que si vos volvés tarde yo voy a irme a dormir temprano hoy… la verdad, no sé para qué te estoy llamando...
Y yo: Sí, mamá, tengo sueño, soy lunática.
Y de repente la conversación unidireccional sigue y sigue y sigue: que tengo mal carácter, que soy igual o peor que mi padre, que no la quiero, que soy más mala que una araña pollito, etcétera.
Y yo respiro profundo, meto otro café en el microondas y, conteniendo una sarta de puteadas, pienso que menos mal que madre hay una sola.
Oprimo el botoncito rojo del teléfono, y fin de la conversación.

2 comentarios:

  1. Gracias por subir la nota Mirtha! Y decile a tu madre que te crea, que es sobre mi madre el escrito!
    Un abrazo
    Clarisa.

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  2. Clarisa: se lo leí por teléfono, porque ella no usa internet y no me creyó que no era mío.
    Me pidió que se lo imprima, porque se sintió super-identificada y los diálogos parecen los nuestros.Pero me olvidé de hacerlo.Soy una mala hija...:-)
    Mirta Núñez

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