Cuando era apenas una niña mi padre me inculcó el hábito de la lectura.
Decía el viejo:
- Mientras tengas un libro a mano, nunca estarás sola.
Tenía razón.
Hoy mi biblioteca es uno de mis tesoros más apreciados.
Varía con el tiempo, del mismo modo que cambian mis intereses.
Es dinámica.
Cuido mis libros obsesivamente.
Odio que se deshojen. Los subrayo con birome pero con regla.
Les pongo mi nombre y la fecha en las que los compré.
El día que ya no esté, búsquenme entre las marcas de mis libros.
Mirta Núñez
www.mirta-nunez.com.ar
martes, 3 de abril de 2007
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Tu blog me gusta ya desde el título, que describe claramente tu estar plenamente en lo que escribís.
ResponderBorrarFelicitaciones y adelante!
Andrea
www.apartirdeunafrase.blogspot.com